Alcaldesa causa debate por atuendo en festejo de Atoyac

La reciente circulación de fotografías donde la alcaldesa de Atoyac, Clara Bello Ríos, aparece usando un vestido presuntamente de alto valor durante el desfile navideño generó una amplia inconformidad ciudadana. La reacción se intensificó debido al contexto actual del municipio, marcado por incrementos en multas, licencias y cobros administrativos.

Un descontento que se ha venido acumulando

Habitantes de colonias como El Amate, Los Mangos y la zona centro señalaron que el gesto se sintió fuera de lugar, especialmente porque muchas familias atraviesan dificultades económicas. Además, recordaron que la administración municipal ha implementado aumentos superiores al 300 y 500 por ciento en distintos trámites, lo que ha endurecido la percepción de que el Ayuntamiento ejerce presión sobre la economía local.

Como consecuencia, la aparición de un atuendo considerado costoso reforzó la idea de que existe una distancia entre la autoridad y la realidad social de Atoyac. Según explicaron ciudadanos consultados, la molestia no es únicamente por el vestido, sino por la contradicción entre los discursos oficiales y el trato que reciben en ventanillas y áreas administrativas.

Quejas previas y apoyos condicionados

A lo anterior se suma que, en meses recientes, escuelas y grupos comunitarios han denunciado la falta de apoyos por parte del municipio. En una comunidad de la planicie costera, maestras solicitaron un recurso en especie de bajo costo; sin embargo, como condición se les pidió recolectar dos toneladas de PET. Para muchos pobladores, este tipo de experiencias fortalece la inconformidad ciudadana y explica por qué la nueva polémica tuvo un impacto tan inmediato.

Estas situaciones, expresaron algunos vecinos, contrastan con el discurso de “primero los pobres” que se promovió en campaña y que hoy consideran incumplido. También recuerdan episodios anteriores donde la alcaldesa fue vista usando calzado de una marca de lujo, lo que alimentó aún más el debate público.

En un municipio donde persiste la desigualdad

De acuerdo con datos recientes del censo, más del 60 por ciento de la población de Atoyac vive en condiciones de pobreza moderada o extrema. Con este panorama, diversos sectores creen que cada decisión pública debería reflejar sensibilidad social, especialmente al tratarse de un municipio donde los ingresos municipales no siempre tienen fiscalización externa.

Por ello, la actual controversia volvió a poner en la mesa la necesidad de mayor claridad sobre el uso de los recursos y de un trato más empático hacia la ciudadanía.

Un llamado a reconstruir la confianza

Mientras continúa la conversación en redes y espacios comunitarios, habitantes insisten en que Atoyac necesita un diálogo más transparente entre autoridades y población. Señalan que gestos sencillos pueden marcar la diferencia y que la confianza se construye día con día, particularmente en un municipio con tantos retos.