Escuelas de la Costa Chica inician ciclo escolar entre ruinas e indiferencia oficial

En condiciones precarias y sin apoyo institucional, así comenzó el ciclo escolar en varias escuelas de la región Costa Chica, afectadas por el paso del huracán ocurrido en junio. A tres meses del desastre, autoridades de los tres niveles de gobierno no han respondido a las demandas urgentes de rehabilitación, denunciaron docentes y padres de familia.

A pesar de que la presidenta de la República, la gobernadora del estado y otros funcionarios federales y estatales visitaron la región en semanas pasadas, ninguno dio respuesta concreta ni ofreció soluciones claras sobre el estado de las escuelas, muchas de las cuales continúan sin techos, mobiliario o servicios básicos.

“Nos exigen regresar a clases como si nada hubiera pasado. ¿Dónde está la cuarta transformación que tanto cacaraquean?”, cuestionó un maestro de una primaria rural, indignado por la falta de atención gubernamental.

Docentes y padres señalan que los planteles no están en condiciones mínimas para recibir a los alumnos, y que están improvisando clases en espacios inseguros, expuestos al sol y a las lluvias.

“Nos están demostrando que la educación no es una prioridad para este gobierno. No les importan nuestros hijos, ni los maestros, ni las condiciones en las que trabajamos”, reclamó una madre de familia.

Las comunidades exigen una respuesta inmediata y acciones reales, no promesas, para que los estudiantes puedan aprender en espacios seguros y dignos.