Liz Tapia presume cercanía con Sheinbaum, pero en Zihuatanejo persisten los problemas básicos
La presidenta municipal de Zihuatanejo de Azueta, Lizette Tapia Castro, acudió al Encuentro Nacional Municipal en la Ciudad de México, invitada por la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, y acompañada por la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda. Durante el evento se firmó el Convenio para la Creación del Componente Indígena del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social (FAIS), iniciativa que busca fortalecer a los pueblos originarios.
En sus redes sociales, Tapia Castro agradeció la invitación y aseguró que su gobierno trabaja en coordinación con los gobiernos federal y estatal para llevar beneficios a los azuetenses, sumándose al diseño del Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030.
Sin embargo, para analistas locales, esta participación refleja más un movimiento de posicionamiento político que un compromiso real con las problemáticas que enfrentan los habitantes de Zihuatanejo. Mientras la alcaldesa aparece sonriente en fotografías al lado de Sheinbaum y Salgado, en el municipio persisten los reclamos ciudadanos por inseguridad, deficiencias en el suministro de agua potable, mala recolección de basura y la falta de infraestructura básica en colonias y comunidades.
Las críticas apuntan a que Lizette Tapia ha priorizado los reflectores nacionales por encima de la atención a las demandas locales. “Las fotos no resuelven la escasez de agua, los robos o el abandono de las calles”, señalan opositores que cuestionan si la presencia de la alcaldesa en este tipo de foros realmente se traducirá en mejoras concretas para los azuetenses.
El contraste entre la narrativa oficial y la realidad que viven los habitantes mantiene viva la polémica en torno al estilo de gobierno de Lizette Tapia, quien entre giras y discursos aún no logra convencer de que su administración está resolviendo los problemas más urgentes del puerto.
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